DOCUMENTOS PASTORAL JUVENIL

viernes, 23 de enero de 2015

¡JESÚS: UN AMOR QUE NOS MUEVE!

Misión Juvenil y Vocacional en La Plata (2015)

Desde el 5 al 12 de enero nos encontramos comunidades misioneras juveniles que acompañamos de Santa Fe, Jujuy y La Plata poniendo nuestra tienda en una escuela del lugar que nos prestó sus instalaciones. Fuimos alrededor de 56 jóvenes y 6 hermanas quienes participamos con alegría de la misión.

Fue una experiencia maravillosa, agradecemos a los laicos de las comunidades del lugar que se organizaron para prepararnos la cena para todos, siempre estuvieron presentes apoyándonos en todo. Igualmente a las hermanas nuestros agradecimos par la apertura y la acogida que han tenido, el trabajo en equipo y la colaboración que nos han aportado y al P. Carlos Pont Gasques que nos abrió las puertas haciendo posible esta experiencia para estos jóvenes.

ALGUNAS RESONANCIAS DE LO VIVIDO POR LOS JÓVENES…
La experiencia de misión para mí fue increíble, nunca hice o nunca viví una experiencia como la de esta misión, tuve oraciones profundas, más lectura y lectura bíblica comprensiva de la Biblia, ahora lo viví y se cómo es.
Fue de gran ayuda, inquietudes que me surgían durante los últimos tiempos, a tomar con más firmeza decisiones que me inquietaban, fue rápido y lo llegué a disfrutar más que años anteriores.
La experiencia fue hermosa, siempre son hermosas, nos renuevan la fe y animan a seguir andando en Dios con otros jóvenes.
Fue muy significativa para mí, haber compartido tantas cosas me llenaron el corazón de muchas emociones, muy agradecida de haberla realizado.
Para mí fue muy linda, pude encontrarme con Dios, conocer gente nueva, reencontrarme con otras, ver la situación del barrio.
Fue muy fuerte, no me esperaba tanto cariño de los niños y la buena atención de la gente. El venirme muchos kilómetros, dejar mis vacaciones, asolearme, levantarme temprano y todo lo que es la misión, realmente vale la pena, el amor de Dios es lo más lindo que nos puede pasar…
Fue muy rica en muchos sentidos, encuentros con Jesús, oración, aprendizaje, principalmente fue una experiencia de recargar pilas en la fe. Comprendí que la misión me ayudó mucho para responder ciertas dudas y para comprender quién es y por dónde está Cristo. Fue un salvavidas para la fe.

Seguimos con los corazones contentos y agradecidos dispuestos allí “Donde Dios nos llame”. Muchas gracias a todos los que nos acompañaron con sus oraciones y cariño, ¡Dios los bendiga!

Loly Fernández y Equipo de HH responsables de la Misión Argentina- Uruguay

lunes, 19 de enero de 2015

PERLA ESCONDIDA EN LA CARTA Nº 259 DE SANTA CÁNDIDA

Carta nº 259      Marzo 1903

“… algo tenemos que sufrir por amor de Jesús, que tanto sufrió por nosotras”

            Parece que sufrir es una de esas palabras que quieren quitar del vocabulario actual y si pudieran hasta del diccionario. Es una palabra que no se lleva, que no tiene buena energía.

            Pero es tan real como la vida misma, es tan real que por mucho que lo intenten, nunca desaparecerá de nuestra vida. La clave es como sufrir  y por qué sufrir. Sobre el cómo sufrir sólo decir cómo sufrió Jesús. Y ahí hay mucho que descubrir, mucho que leer y mucho que aplicar. Sobre el porqué sufrir, acudo a la perla de la M. Cándida de hoy y respondo simplemente “por amor”, por amor al que tanto nos ama.

            Algo pensarían los discípulos que se acercaron a Jesús para preguntarle muchas cosas y que se atrevieron a seguirle para conocerle más. Jesús sencillamente les pregunta “qué buscáis?. Esa misma pregunta nos hace, me hace, en este momento de mi vida. ¿Qué buscas? Mucho me temo que no puedo responderle como lo hicieron ellos: no puedo preguntarle “dónde vives maestro?, porque lo sé, pero si puedo preguntarle muchas cuestiones acerca de cómo encontrar la felicidad.

            Conforme pasan los años el encuentro con Jesús es la piedra de todo movimiento, de toda ilusión y de todo cambio personal. Eso fue lo que ocurrió en la Galilea y eso es lo que ocurre hoy. Mientras eso no se dé, sólo sobreviviremos como podamos. La clave es el encuentro personal. Y a partir de ahí es cuando aparecen de nuevo aquellos detalles que tenías olvidados, es cuando empiezas a descubrir que con las cosas sencillas también se disfruta, que compartiendo también de avanza y se crece. Y vuelve la sonrisa y la risa, vuelve el dolor que se supera y sobre todo vuelve la vida.

            Algo tenemos que sufrir, sin duda, pero con sentido, con razones.


            Si hoy Jesús te preguntara ¿qué buscas?, ¿qué le responderías?

Publicado por Antonio Grau
www.vivirfi.org